Cinco de las 640  furgonetas inspeccionadas por la Policía Local de Salamanca entre los días 26 y 29 de noviembre han sido denunciadas por incumplir alguno de los requisitos previstos en materia de transporte de mercancías. En concreto, todas las denuncias formuladas tuvieron que ver con deficiencias técnicas de los vehículos o estuvieron relacionadas con la falta de verificación de la inspección técnica (ITV). La Policía Local ha colaborado con la Dirección General de Tráfico en esta campaña especial sobre vigilancia de furgonetas, en cumplimiento de las operaciones de control previstas para el año 2018.

    La campaña se ha llevado a cabo en todo el término municipal, sin perjuicio de la vigilancia normal que se realiza durante todo el año. Los policías locales han hecho especial hincapié en el control de las furgonetas  de reparto que transitan por el centro de la ciudad, donde no pueden acceder los vehículos que superen las 11 toneladas.

     En estas inspecciones de control se supervisaron, por un lado, las autorizaciones genérica y especial de cada una de las 640 furgonetas controladas, la ITV, el seguro obligatorio y el de responsabilidad civil, el permiso de conducción y la autorización especial de cada conductor, así como su estado físico y la  posible presencia del alcohol o drogas en la conducción. También se inspeccionaron los dispositivos de funcionamiento de cada vehículo y sus características técnicas, el acondicionamiento de la carga, la utilización de los sistemas de retención y de los cinturones de seguridad, los dispositivos luminosos y la señalización específica.

     La verificación del transporte de mercancías es fundamental en las carreteras, pero también resulta de gran importancia en  las zonas urbanas, especialmente en polígonos industriales y determinados lugares donde existe una mayor concentración de este tipo de vehículos. Las inspecciones que lleva a cabo la Policía Local sobre las distintas autorizaciones pretenden garantizar tanto la idoneidad de los vehículos para circular con el menor riesgo posible como la aptitud de los conductores.