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El alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, y el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, reiteraron hoy “la condena contundente” de la ciudad y provincia de Salamanca al terrorismo con un apoyo a las víctimas y a sus familiares que va “más allá de las palabras”.

Junto a la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, alcalde y presidente de la Diputación de Salamanca inauguraron un gran mural de 30 metros de ancho por 9,2 de alto en la fachada del centro de participación ciudadana Julián Sánchez el Charro, en la plaza de la Concordia.

El colorista mural, que perdurará en el tiempo simbolizando el recuerdo permanente de la capital y provincia de Salamanca a las víctimas, tiene un gran corazón como elemento central y es visible desde todos los ángulos de la plaza de la Concordia, incluyendo iluminación nocturna.

Previamente al inicio del acto, 250 escolares de los colegios Santa Teresa de Jesús, San José, Divino Maestro y Beatriz Galindo estamparon sus manos pintadas de blanco en la parte inferior del mural, que se imprimió en tarjetas repartidas entre los ciudadanos que arroparon el homenaje.

En estas tarjetas, además de la imagen del mural, se recuerda que tanto la ciudad como la provincia de Salamanca ha sido castigadas en repetidas ocasiones por la violencia terrorista y que las víctimas y sus familiares siempre permanecen en la memoria colectiva en un lugar preferente porque son nuestra referencia moral.

“Han soportado directamente y en sus propias carnes la barbarie del terrorismo para atacar el sistema democrático y golpearnos a todos. A las víctimas les decimos con palabras lo mucho que les debemos y también lo demostramos con hechos. Este homenaje en un espacio público en la plaza de la Concordia ratifica que las personas de Salamanca recordamos siempre a las víctimas del terrorismo y a sus familias. Y lo hacemos desde nuestros corazones”, se recoge en la tarjeta que se entregó entre los ciudadanos.

El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, destacó en su intervención que los nombres de todas las víctimas permanecen para siempre “en nuestra memoria colectiva”, tanto los fallecidos como quienes sufrieron secuelas físicas o psicológicas.
Fernández Mañueco incidió que la defensa de los derechos humanos, la pluralidad y la libertad de los ciudadanos está en la base de nuestra convivencia.

“En una ciudad con casi ocho siglos de tradición universitaria, de tolerancia y en esta plaza de la Concordia la violencia no tiene lugar. Porque en Salamanca se convence con argumentos y desde el respeto. Se debate con la fuerza de la razón y con el diálogo”, defendió.

Recordó, además, que Salamanca entregó su máxima distinción, la Medalla de Oro, a la Fundación Víctimas del Terrorismo y a la Asociación de Víctimas y cómo la ciudad ha incorporado también en “su paisaje urbano” el recuerdo permanente a las víctimas con la glorieta del coronel Antonio Heredero Gil o las calles a las que dan nombre los guardias civiles salmantinos Antonio Tejero Verdugo y Antonio Fernández Álvarez, “también cobardemente asesinados por ETA”, además de otra calle dedicada a todas las víctimas del terrorismo.

“Porque las personas de Salamanca –continuó el alcalde- compartimos con la cara descubierta la creencia en la libertad, en la Constitución, en la democracia y en la unidad de España. Y lo hacemos desde la Ley y el Estado de Derecho para pedir justicia y condenar el terrorismo”.

Fernández Mañueco subrayó que el terrorismo “es imposición y negación de la vida” porque “atenta contra derechos fundamentales”, como el derecho a la vida, la dignidad de las personas o la libertad de expresión o de residencia.
“El dolor que dejan los terroristas exige reparación y los poderes públicos debemos ser sensibles con esa demanda”, finalizó.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, subrayó que “el terrorismo ha marcado la historia de España. Hoy, Salamanca, con este acto, queremos rendir tributo a aquellos que perdieron la vida, que fueron mutilados, o sencillamente continúan padeciendo secuelas físicas o psíquicas”.

Señaló que “desgraciadamente es imposible restituir a las víctimas el alto precio que han pagado y siguen pagando pero la sociedad española tiene el deber de mantener vivo el recuerdo” porque de lo contrario, añadió Javier Iglesias “el olvido supondría, en cierto modo, el vencimiento de los verdugos”.

Hoy las instituciones públicas de Salamanca: el Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca, en nombre de los alcaldes, concejales y ciudadanos de todos los municipios de la provincia, “queremos agradecer a quienes habéis sacrificado tanto para que pudiésemos vivir en una sociedad libre. Las víctimas son, sois, la expresión de una sociedad que no se deja coaccionar, una sociedad firme y valiente, una sociedad fuerte, una sociedad que desea vivir en paz”.
El presidente de la Diputación aludió en su intervención a que “España está orgullosa de vuestro ejemplo de coraje y templanza” pero también a que “la sociedad española ni olvida ni perdona; y no perdonar significa que debe caer todo el peso de la ley sobre los terroristas. Sin concesiones ni artimañas que devalúen la aplicación de la justicia.

Concluyó Javier Iglesias con un recuerdo de gratitud a todos aquellos que luchan contra la barbarie muy especialmente a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, principales garantes de nuestras libertades y, con frecuencia, objetivo de los terroristas.

Y también tuvo palabras para la presidenta de la Fundación Víctimas del terrorismo, Mª Mar Blanco, “nuestra más sentida gratitud por tu presencia hoy aquí en representación de las víctimas. Gracias por vuestro trabajo y por la labor que desarrolláis para mantener viva la memoria de las víctimas”, así como del Presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de CyL, Juan José Aliste.

Desde esta Plaza de la Concordia – finalizó - reivindicamos la convivencia en paz. Salamanca, España, está con vosotros.
El mural se completa, además, con ocho fotografías en blanco y negro que simbolizan el apoyo ciudadano contra el terrorismo con instantáneas como la foto de Miguel Ángel Blanco, cedida por la Fundación que lleva su nombre, las manifestaciones multitudinarias en condena de la violencia, el VI Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo celebrado en Salamanca o el sacrificio de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado. Estas instantáneas son de los fotógrafos David Arranz y Jesús Formigo, de la agencia Ical, que ha colaborado con este homenaje, y de Félix Corchado.

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