El sistema de reciclaje de residuos del Ayuntamiento de Salamanca alcanza un nuevo récord en el uso de los Puntos Limpios
La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca, Miryam Rodríguez, ha presentado hoy el informe sobre recogida de residuos correspondiente al año 2021. Ejercicio en el que, pese a las restricciones derivadas de la pandemia de Covid-19 durante algunos meses, el sistema municipal registró un nuevo récord en el uso de los Puntos Limpios y niveles prepandemia en envases, vidrio, papel y cartón.
El Ayuntamiento de Salamanca también dispone de cuatro Puntos Limpios (La Aldehuela, Capuchinos, Chinchibarra y El Zurguén) que el año pasado registraron un incremento del 27% en el número de usuarios, hasta 61.097, y del 38% en la cantidad total de toneladas depositadas de forma correcta. Las cifras aumentaron en todos los Puntos Limpios y en todo tipo de residuos, tanto voluminosos y tóxicos como aparatos eléctricos y electrónicos. Por su parte, el Punto Limpio Móvil recogió 28.094 unidades de aparatos electrónicos, teléfonos, bombillas, pilas, aerosoles, cartuchos y radiografías, un 6,7% menos que el año anterior.
Cabe destacar el importante incremento de los escombros depositados por los salmantinos, un 35% más, hasta 1.028 toneladas, incremento que se suma al 17% de 2020 y el 22% de 2019, año este último en el que el Ayuntamiento de Salamanca puso en marcha un plan especial con medidas de prevención, vigilancia y sanción en los caminos del extrarradio de la ciudad para evitar el vertido ilegal de escombros y residuos. Así, la cantidad de toneladas de escombros depositadas de forma correcta en los Puntos Limpios se ha duplicado en dos años, mientras que la presencia de vertidos ilegales se ha reducido en casi un 75%.
En los Puntos Limpios, abiertos de lunes a sábado de 10.00 a 19.00 horas, y los domingos de 10.00 a 15.00 horas, excepto El Zurguén, de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 horas, se pueden depositar diversos tipos de residuos de origen doméstico que, por diversas razones, exigen una gestión diferenciada del resto de los residuos urbanos.
Por motivos medioambientales y de gestión de la recogida, existe un límite por usuario y tirada en cada uno de los materiales: vidrio y cristal, hasta 20 unidades o 30 kilos; papel y cartón, hasta 15 kilos; baterías de automóvil, electrodomésticos, teléfonos móviles, aparatos electrónicos y eléctricos, y cochones, hasta dos unidades; aceites usados, hasta 15 litros; muebles, residuos de construcción y demolición, residuos de parques y jardines, hasta 50 kilos o tres unidades; pilas, hasta 20 unidades; fluorescentes y bombillas de mercurio, hasta 5 unidades o 2 kilos; aerosoles, hasta siete unidades; radiografías, hasta 10 unidades; plásticos, residuos textiles y ropa, hasta 15 kilos; residuos de metal y chatarra, hasta 50 kilos; pinturas y disolventes, hasta 10 kilos; y plaguicidas con el envase original, hasta 2 kilos.
Recogida de envases, vidrio, papel y cartón
En concreto, la recogida de vidrio aumentó un 5% respecto al año pasado, hasta las 2.089 toneladas, y las toneladas de papel y cartón depositadas en los contenedores crecieron un 0,2%, hasta 3.942 toneladas, mientras que las de envases descendieron un 1%, hasta 2.388. En total, la recogida selectiva a través de los 568 contenedores repartidos por la vía pública, de los puntos limpios y mediante el sistema puerta a puerta ascendió a 8.420 toneladas, un 1% más que el año anterior y cerca de niveles prepandemia.
Cabe recordar que el Ayuntamiento ha sido recientemente distinguido con una doble ‘Pajarita Azul’ por la excelencia en la gestión, reconocimiento que otorga la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) y que el Consistorio logra por tercer año consecutivo.
A estos datos hay que añadir que la recogida de basura domiciliaria (a través de cerca de 1.500 contenedores repartidos por toda la ciudad) es casi 3.000 toneladas inferior al año anterior a la pandemia pese a registrar un ligero incremento del 3% en 2021. Por su parte, la recogida de voluminosos aumentó un 12%, hasta las 33.540 unidades el año pasado, cerca de niveles prepandemia.
Aceite usado, ropa y calzado
El informe del Ayuntamiento de Salamanca también muestra que durante 2021 se recogieron 54,03 toneladas de aceite vegetal usado (aceite de cocina), un nuevo récord histórico tras aumentar un 4,7% respecto al año anterior pese a las consecuencias de la pandemia sobre el sector hostelero. El principal objetivo de este sistema es reciclar este residuo como materia prima en la producción de biocarburantes, como el biodiesel.
En Salamanca hay distribuidos en torno a 70 puntos de recogida de aceite vegetal para facilitar a los ciudadanos el uso de este servicio. Estos recipientes son de color naranja, de unas dimensiones de 135 por 150 centímetros y en su parte delantera cuentan con dos huecos a través de los cuales se pueden depositar los recipientes de aceite de cocina usado.
Para el buen funcionamiento de este sistema es muy importante que los ciudadanos no olviden que siempre hay que depositar el aceite en una botella o recipiente de plástico, cerrada de forma correcta y nunca verterla directamente al contenedor. Se estima que cada persona genera al año entre 4 y 6 litros de aceite vegetal usado y que un litro de aceite vegetal contamina 1.000 litros de agua.
Por su parte, la ciudad cuenta también con los mismos puntos repartidos por todos los barrios de la ciudad con contendedores destinados específicamente al reciclaje de ropa usada, textil y calzado de origen domiciliario. Son de color morado y blanco de unas dimensiones de 1,24 metros de ancho por 1,49 de largo y 1,64 metros de alto y que cuentan en su parte delantera con un hueco para depositar ropa usada, cualquier residuo textil o calzado.
El año pasado se recogieron 456,15 toneladas, también récord histórico tras incrementarse en un 76% respecto al año anterior. La cooperativa Porsiete, encargada de gestionar el servicio, garantiza en todo momento la trazabilidad del residuo y de los elementos auxiliares, como pueden ser las bolsas, garantizando que la ropa usada, textil o calzado recogidos llega correctamente a su destino para su reutilización, ya que cuenta con todas las autorizaciones necesarias para la recogida y gestión de ropa y calzado y dispone de las instalaciones adecuadas para el desarrollo de la actividad.