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El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca vuelve a sorprender a sus visitantes con una nueva pieza destinada a su exposición actual: “Salamanca, Automoción y Guerra Civil”. En esta ocasión, muestra una pieza peculiar y escasa en el parque móvil histórico de nuestro país. Se trata de un camión ZIS-5, perteneciente a la colección de D. Ildefonso Zarzuela San Miguel, un gran aficionado y entusiasta del automóvil clásico en Castilla y León. Este vehículo es uno de los miles de camiones que fueron enviados desde la Unión Soviética a la zona republicana, y que eran conocidos popularmente como “Tres Hermanos Comunistas”, por la dificultad de interpretar sus complejos caracteres cirílicos “ЗИС” (Zavod Imena Stalina, Planta Industrial Stalin).

Fue un camión con una gran simpleza mecánica y gran facilidad de fabricación, lo que redujo notablemente su coste y facilitó su internacionalización; exportándose a multitud de países como Afganistán, China, Estonia, Irán, Irak, Letonia, Lituania, Mongolia y Rumanía.

Estos camiones eran poco veloces, pues la velocidad máxima que alcanzaban era de 60 km/h, pero estaban dotados de un motor de 6 cilindros, con 5.550 centímetros cúbicos, que proporcionaban 73 caballos de potencia, con un consumo de 34 litros cada cien kilómetros, siendo capaces de transportar hasta 3 toneladas de carga. Sin embargo, a su llegada a España, fueron muchos los problemas que presentó su mecánica y fue necesario reparar habitualmente sus sistemas de refrigeración, ya que se producirían numerosas roturas de culata por sobrecalentamiento obligando, aquí en España, a crear un nuevo diseño para reparar estos vehículos.

Además de las tareas propias de cualquier camión de transporte, el ZIS-5 fue utilizado como un remolcador de artillería ligera, para el transporte de cerca de 20 soldados o transformado como repostador de combustible, ambulancia, autobús, taller de campo, generador de gas, volquete o vehículo contra incendios.

Acabada la Guerra Civil Española, muchos de ellos quedaron en nuestro territorio y dada las dificultad económica que atravesaba España, pasaron a manos privadas. Eduardo Barreiros transformó muchos de esos motores de gasolina a diésel, aumentando su potencia y reduciendo su consumo. Actualmente, estos camiones son muy valorados entre los coleccionistas y distintas asociaciones de camiones clásicos, siendo recuperados como verdaderas joyas de la automoción y la historia de la Guerra Civil Española y II Guerra Mundial.

El MHAS, con este pieza única, junto a una nueva muestra que está preparando y que próximamente será inaugurada en este centro museístico, quiere enriquecer su contenido expositivo con el objetivo de atraer al viajero a la ciudad de Salamanca. Por ello, prepara una gran oferta cultural, -para este verano especial con motivo de la pandemia del coronavirus-, contenida en un gran espacio seguro. Novedosas actividades de ocio alternativas diseñadas para estos meses de verano, donde familias, jóvenes y mayores puedan acercarse a vivir de primera mano una nueva perspectiva del ámbito del mundo de la automoción.

El MHAS invita a disfrutar de sus colecciones de automóviles, motocicletas, camiones, motores, bicicletas, show car, tractores, documentos y piezas relacionadas con este ámbito del movimiento generado por un motor, que han facilitado la movilidad y la sociedad que hoy conocemos y que han convertido a Salamanca en un punto referente en los museos de automoción mundiales.

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