El DA2 inaugura una nueva exposición, basada en el imaginario infantil mostrado en televisión, que lleva por título "Los hijos de Mazinger Z"
El centro de arte contemporáneo de Salamanca, DA2, ha presentado hoy una nueva exposición que forma parte de la oferta cultural de este verano. Se trata de la muestra “Los hijos de Mazinger Z”, realizada en colaboración con el ElTaller, espacio de creación-espacio de educación, y que se corresponde con el trabajo realizado por este centro durante el curso 2015-2016. La exposición se basa en el imaginario infantil que se ha mostrado en televisión desde la mítica serie “Mazinger Z” hasta las más actuales como “Hora de aventuras” o “La patrulla canina”.
Tal como explica Alfredo Omaña, uno de los responsables de ElTaller, Mazinger Z marcó a toda una generación que, masivamente quedó enganchada de las aventuras de este robot gigante a finales de los años 70. Claro que, en esos años sólo existía una cadena de televisión y eso hizo que se fijase en el imaginario colectivo de una forma tan rotunda. Lo mismo ocurrió con Heidi, Marco, La abeja Maya o Vicky el Vikingo.
Fue a partir de Mazinger cuando se introdujo un dibujo diferente, el anime, y con él una estética futurista y tecnológica pero manteniendo los presupuestos básicos de los dibujos animados y que siguen vigentes, continúa Omaña.
La larga sombra de Mazinger Z llega hasta esta exposición en la que los niños y niñas de “El Taller” han hecho su propia selección de los personajes y series que se muestran en ella. Muchas son compartidas con sus padres y hermanos mayores; otras se acaban de incorporar y están en plena expansión. Y lo que lo es que, no es más que los valores y mensajes que nos transmiten son los mismos, entonces y ahora: unos valores sólidos y universales en un mundo imaginario que nos calma y nos hace mantener la esperanza de que “el bien siempre ganará”…
Tal como explica Alfredo Omaña, uno de los responsables de ElTaller, Mazinger Z marcó a toda una generación que, masivamente quedó enganchada de las aventuras de este robot gigante a finales de los años 70. Claro que, en esos años sólo existía una cadena de televisión y eso hizo que se fijase en el imaginario colectivo de una forma tan rotunda. Lo mismo ocurrió con Heidi, Marco, La abeja Maya o Vicky el Vikingo.
Fue a partir de Mazinger cuando se introdujo un dibujo diferente, el anime, y con él una estética futurista y tecnológica pero manteniendo los presupuestos básicos de los dibujos animados y que siguen vigentes, continúa Omaña.
La larga sombra de Mazinger Z llega hasta esta exposición en la que los niños y niñas de “El Taller” han hecho su propia selección de los personajes y series que se muestran en ella. Muchas son compartidas con sus padres y hermanos mayores; otras se acaban de incorporar y están en plena expansión. Y lo que lo es que, no es más que los valores y mensajes que nos transmiten son los mismos, entonces y ahora: unos valores sólidos y universales en un mundo imaginario que nos calma y nos hace mantener la esperanza de que “el bien siempre ganará”…