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El Ayuntamiento de Salamanca sigue avanzando en Savia, su Estrategia para el Desarrollo de una Infraestructura Verde para construir una ciudad más saludable y sostenible, a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. La concejala de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Miryam Rodríguez,  ha participado hoy en la reunión de constitución del grupo de trabajo PACES-PentaHelix, dentro de la iniciativa europea del Pacto de los Alcaldes por el Clima y la Energía, un consorcio en colaboración con el Ente Regional de la Energía (EREN) de la Junta de Castilla y León, del que forman parte once socios de cinco países (España, Bélgica, Noruega, Croacia y Letonia).

De esta forma, Salamanca vuelve a ser una referencia europea en el respeto por el medio ambiente, pues también lidera el proyecto europeo ‘Ciudades Verdes Cencyl’, en el que participan siete ciudades de Castilla y León y de la región centro de Portugal. Al mismo tiempo, la ciudad está integrada en la Red de Entidades Locales para la Agenda 2030, reafirmando así el compromiso del Ayuntamiento con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible

En la actualidad, el Ayuntamiento elabora un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, cuyo objetivo es reducir al menos un 40% las emisiones de dióxido de carbono para el año 2030, un ahorro mínimo del 27% en la eficiencia energética y sustituir un mínimo del 27% del actual consumo por otro proveniente de energías renovables. El grupo de trabajo PACES-PentaHelix es la última fase para elaborar este plan, recabando propuestas de representantes de la ciudad en diversos ámbitos, como el sector público, empresarial, académico y asociativo, de manera que también se fomenta la participación ciudadana en el futuro diseño de Salamanca.

Cabe recordar que la ciudad parte de una situación ventajosa para lograr estos objetivos, pues es la primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad con una estrategia de infraestructura verde, Savia Red Verde Salamanca, que fomenta la renaturalización, la gestión de recursos hídricos, infraestructuras y equipamientos adaptados a fenómenos meteorológicos extremos, y medidas de salud ambiental en colectivos específicos.

El impulso de soluciones basadas en la naturaleza en el casco urbano permitirá mitigar las consecuencias del cambio climático, regenerando espacios que primen al peatón y favorezcan una movilidad más sostenible, en detrimento del vehículo a motor privado. Pero, al mismo tiempo, Salamanca se sitúa entre las ciudades que construyen un futuro centrado en la sostenibilidad como principal ventaja competitiva para atraer nuevas inversiones, tanto privadas como públicas, alineadas con la transformación ecológica impulsada desde la Comisión Europea y la Organización de Nacional Unidas, lo que permitirá obtener el mayor número de fondos europeos posibles para mejorar la vida de los salmantinos.

La economía local también se verá beneficiada a través de un concepto innovador a nivel mundial, el patrimonio verde, reforzando la oferta turística de la ciudad para hacerla más atractiva y diferente a otras experiencias. Por tanto, Salamanca será una referencia verde en toda Europa al impulsar una economía circular que genere nuevos puestos de trabajo en nichos de empleo surgidos a partir del medioambiente y la agroalimentación.

Medidas concretas para la mitigación y adaptación al cambio climático

Salamanca es una ciudad comprometida con un nuevo modelo ambiental, que ha decidido enfrentar de forma conjunta y coordinada las iniciativas de mitigación y adaptación al cambio climático. Ambas iniciativas son la cara de una misma moneda: la mitigación se ocupa de la reducción de emisiones de CO2 y la adaptación de la reducción de la vulnerabilidad climática.

Por un lado, el Ayuntamiento promueve medidas de mitigación, para reducir las emisiones de CO2, a través de un Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible de Salamanca (ya en marcha), además de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible y un Plan de Ahorro Energético (en ejecución). Por el otro lado, el Consistorio promueve medidas de adaptación a partir de soluciones basadas en la naturaleza, para reducir la vulnerabilidad de la ciudad mediante una Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático de Salamanca (EMACCSA).

A través del Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, el Ayuntamiento de Salamanca desarrolla medidas de ahorro y eficiencia energética (introducción de tecnología Led en el alumbrado público, edificios municipales sostenibles, entre otras), un mayor uso de las energías renovables, la electrificación de procesos industriales y la implementación de medidas de transporte eficientes (uso de gas como combustible del autobús urbano, autorización de puntos de recarga para vehículos eléctricos o introducción de bicicletas eléctricas en el sistema municipal de alquiler SalEnBici).

Mediante la Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático, el Consistorio promueve la renaturalización de la ciudad mediante corredores e infraestructuras verdes, destacando el proyecto LIFE Vía de la Plata, cofinanciado por la Comisión Europea (regeneración urbanística, medioambiental y sociocultural de los barrios trastormesinos con huertos urbanos, paseos, parques y pasarelas sobre el río Tormes; carriles bici hacia los municipios del alfoz; plantación de árboles en toda la ciudad y reverdecimiento de plazas en diversos barrios, entre otras medidas), además de la gestión de recursos hídricos (telegestión de riego en zonas verdes y sistema GAP para reducir las roturas de tuberías de aguas), infraestructuras y equipamientos adaptados a fenómenos meteorológicos extremos, y medidas de salud ambiental en colectivos específicos.

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