El Ayuntamiento de Salamanca urbaniza la Plaza del Mercado Viejo para convertir este espacio en un punto de recepción de visitantes
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha visitado hoy las obras de urbanización que el Ayuntamiento está llevando a cabo en la Plaza del Mercado Viejo para adecuarla como punto de recepción de turistas, donde puedan parar los autobuses con viajeros que llegan a la ciudad, para permitir que éstos desciendan del autobús, evitando así el estacionamiento de los mismos en el Paseo del Rector Esperabé y debiendo retornar a la plaza para recogerlos.
Durante su visita, el regidor municipal ha detallado que las obras, con un presupuesto de adjudicación de 646.984 euros, se encuentran en su última fase. Hasta el momento se ha procedido a la urbanización de las calles aledañas de Santiago, del Barquillo y de la Pesca, con la instalación de nuevos sumideros y mejoras en la red de abastecimiento de agua, -la cual ya se había renovado recientemente junto con la de saneamiento-, además instalación de nuevas luminarias LED que aseguren el nivel de iluminación suficiente, consiguiendo el mayor ahorro energético posible. También se ha renovado el pavimento y creado dos zonas de estancia con 25 árboles, jardineras y bancos.
En la actualidad se está trabajando en la propia Plaza del Mercado Viejo y en breve se comenzarán a colocar losas de pavimentación en las calles del Teso de San Nicolás y de Santa María la Blanca. En relación con la mejora de la movilidad urbana, también se está remodelando el carril bici de dirección única alrededor de la Casa Escuela Santiago. El resto de la plaza pasa a ser peatonal, eliminándose las barreras arquitectónicas y mejorando la accesibilidad en este entorno para las personas con discapacidad y movilidad reducida.
García Carbayo ha puesto de manifiesto que con la actuación municipal, incluida en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Salamanca, esta zona dejará de ser un aparcamiento desordenado de vehículos, pues permitirá la reordenación del tráfico para la circulación correcta de los autobuses y para que no tengan que hacer maniobras que comprometan al tráfico y la seguridad de conductores y peatones. Asimismo, junto al Museo de Historia de la Automoción, se reserva un espacio en el que se permitirá que puedan parar hasta cuatro autobuses de forma simultánea.
Tras las obras de urbanización, las calzadas estarán a nivel de acera con un color distinto cada una para diferenciarlas, con la finalidad también de no establecer obstáculos para los servicios de emergencia en caso de que sea necesaria su presencia.