El Ayuntamiento de Salamanca solicita la declaración del 'Lunes de Aguas' como Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León
No obstante la situación actual generada por el coronavirus que impide a salmantinos y visitantes salir a celebrar el Lunes de Aguas, el Ayuntamiento de Salamanca ha iniciado los trámites para solicitar a la Junta de Castilla y León que en adelante esta celebración sea declarada Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León. El consistorio salmantino ha enviado esta semana el informe en el que se recogen los diferentes requisitos cumplidos por esta fiesta para recibir la declaración.
El Lunes de Aguas es una manifestación original de carácter festivo propia de Salamanca, con arraigo popular, conocida por todos los salmantinos, con una vinculación directa con un elemento cultural gastronómico como es el hornazo típico de Salamanca y cuyas raíces se encuentran en el siglo XVI.
Según la normativa de la Junta de Castilla y León, podrán ser declaradas ‘Fiestas de Interés Turístico de Castilla y León’ aquellas manifestaciones o acontecimientos de carácter festivo, celebrados en el ámbito de la Comunidad de Castilla y León, que reúnan los requisitos siguientes: originalidad de la celebración, tradición popular, valor cultural y antigüedad mínima.
El Lunes de Aguas cumple con cada requisito exigido para que se declare esta fiesta como Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León. Se trata de una fiesta típica de Salamanca, foco de atracción de visitantes que quieren conocer mejor las señas de identidad salmantinas y que pone en valor un producto gastronómico como es el hornazo.
La declaración de una fiesta como de ‘Interés Turístico de Castilla y León’ lleva consigo la inclusión en las campañas de promoción turística que se lleven a cabo por la Consejería de Cultura y Turismo.
Esta fiesta congrega todos los años a miles de salmantinos que se reúnen con familiares y amigos en parques, zonas verdes y las riberas del río Tormes para comer el hornazo, tal y como se hacía años atrás para conmemorar el fin de la supresión de la abstinencia de carne impuesta durante la Cuaresma y el regreso en barca de las prostitutas a la ciudad.