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El Ayuntamiento de Salamanca continúa con la renovación de la red de distribución de agua potable en los barrios de la ciudad para prevenir la rotura de tuberías y mejorar la calidad del servicio que se presta a los ciudadanos. Así se acometerá en la calle Juan Manso del barrio Puente Ladrillo, donde se renovarán 100 metros lineales con un presupuesto de 25.040,83 euros.

Esta modernización de la red se sumará a otros 145 metros ya renovados en una intervención anterior. De esta forma, se prevé evitar que se vuelvan a producir averías en esta calle tras registrarse seis roturas durante el último año y medio.

Esta mejora en el barrio Puente Ladrillo se suma a la renovación de otras 28 calles de seis barrios que el Consistorio acometerá durante este año con un presupuesto base de licitación que supera los 1,5 millones de euros en total.

En concreto, se conectarán depósitos de agua potable de Cañones y El Polvorín; se renovará la red de distribución en la Avenida de Joaquín Rodrigo, la Avenida de Hilario Goyenechea y las calles Maestro Jiménez, Maestro Argenta, Maestro Guridi y Bartolomé Escobedo, en el barrio San José; las tuberías del Paseo de los Robles y las calles Orquídeas, Nenúfar, Gladiolos, Jacinto, Azahar, Narciso, Helechos, Gargabete y Arces, en Garrido; la calle María Auxiliadora, entre la Avenida de Mirat y la Avenida de Portugal, en el barrio Labradores; el Paseo de los Olivos, Paseo de los Nogales y calles del Romero, del Orégano y del Cerezo, en la Chinchibarra; las calles Bernardo Dorado y Conde Vallellano, en Chamberí; y la calle Larga, en el Arrabal.

 

Cerca de 8 kilómetros de tuberías renovadas este mandato

Estas mejoras en la red de agua de Salamanca se suman a la renovación de casi 8 kilómetros de tuberías que el Ayuntamiento ha llevado a cabo en cerca de medio centenar de calles de siete barrios durante el actual mandato con una inversión superior a los 2,5 millones de euros. Cifra que también se incrementará con el proyecto de urbanización de la calle Álvaro Gil, ya aprobado, y las calles de la zona norte de Tejares dentro de la Estrategia EDUSI TORMES+.

En concreto, en 2020 se renovó la red en el cruce de la calle Saavedra y Fajardo con la Avenida Carlos I y la calle Pico del Moncayo para mejorar el abastecimiento a los barrios El Zurguén y el Teso de la Feria. También se mejoró la red en las calles San Pablo y Vaguada de la Palma para evitar inundaciones, y en once calles de los barrios Garrido (Avenida de los Cipreses, entre la Glorieta Río Miño y la calle Julita Ramos, y en las calles Moreras, Nardos, Petunias, Begonias, Marcelo Fernández Nieto, Castaños y Camelias), Comuneros (avenida principal) y Arrabal (Carretera de La Fregeneda y plaza de Poniente).

Durante 2019 se renovaron las tuberías en catorce calles del barrio de Prosperidad (Avenida de la Aldehuela, Camino de las Aguas, Abraham Zacut, Lucio Marineo, Domingo de Betanzos, Tomás San Martín, Luis de Góngora, Hornazo, Mariseca, Mariquelo, Estrecho de la Aldehuela, Almería, Antonio Montesinos y Camino Estrecho) y en una decena de calles de la zona sur de Tejares dentro de la Estrategia EDUSI Tormes+.

 

Menos averías con el sistema de Gestión Activa de Presiones

Las mejoras no sólo han permitido sustituir las tuberías actuales, mejorando el servicio para los vecinos, sino que además evitarán las molestias como consecuencia de las roturas en la red. De hecho, el año pasado las averías se redujeron un 62% en la ciudad.

En concreto, en 2020 hubo 73 roturas de tuberías en Salamanca, seis menos que el año anterior y menos de la mitad que las 194 del año 2017, antes de ponerse en marcha el Sistema de Gestión Activa de Presiones, que ha supuesto un importante avance para mejorar el servicio que se presta a los vecinos. Gracias a este sistema inteligente, que regula la presión en la red cuando hay menor demanda de agua y optimiza esta presión según demanda, las averías se han reducido por encima de la previsión inicial del 40%.

Cabe recordar que el GAP aumenta en dieciséis años la vida útil de las tuberías. También se disminuyen las pérdidas de agua en un 3%, además de evitar que la Planta Potabilizadora de Salamanca deba producir agua, lo que contribuye al ahorro medio anual de medio millón de metros cúbicos, equivalente al consumo medio anual de una población de 15.000 habitantes. Además de reducir las averías, minimiza las pérdidas.

El GAP se controla desde la potabilizadora, hasta cuyo centro de mando y visualización, desde donde profesionales de Aqualia coordinan este sistema inteligente, llegan a diario más de 10.000 datos que permiten tener monitorizada la red de forma permanente para mejorar la calidad del servicio evitando averías, minimizar las perdidas y los sectores afectados en el caso de producirse las mismas.

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