Subterranean, el nuevo largometraje del director salmantino Gabriel Velázquez, codirigido con Manuel Matanza, se estrenará en la Competición Oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón, que dará comienzo el día 20 de noviembre.

Es la tercera vez que Gabriel Velázquez participa en la Sección Oficial de Gijón, como ya hizo con “Zaniki” e “Iceberg”, película que recibió la Mención Especial del Jurado en el año 2011. Su larga trayectoria cuenta con premios que incluyen, entre otros, los festivales de San Sebastián y Berlín.

En este caso, Manuel Matanza debuta como director, aunque desde hace muchos años colabora con Gabriel como guionista o director de fotografía. Juntos han representado a España recorriendo los festivales de cine de medio mundo, desde México hasta Japón.

Subterranean cuenta, de manera ficcionada, el intenso viaje vital de una pareja de músicos. Pablo y Marieta vivían en Madrid y trabajaban en empresas de “alto standing”. Pero con 45 años ya cumplidos decidieron dejarlo todo para intentar el sueño americano. Ahora sobreviven en Los Ángeles entre casas de amigos y su furgoneta. Todo por un sueño: “Ser estrellas del rock”.

 La cinta es un fiel retrato de los sótanos alternativos de la gran ciudad de los sueños, donde llegan artistas de todo el mundo en busca del éxito. Viven y sufren con la ilusión de ser músicos y quizás triunfar algún día. Se aferran a ese estilo de vida. Sienten que solo se vive una vez y por eso proclaman: “Rock o muerte”.

Además de sus cautivadoras imágenes, la película muestra la lucha y el esfuerzo titánico que conlleva cumplir un sueño. Las emociones encontradas que supone. Sufrimiento y pasión se mezclan en el arrebatador mundo de la música underground.

La banda sonora está compuesta por sus protagonistas, Pablo Crespo y Marieta V. Salvi, con su grupo de Punk Electrónico “L.A.Drones!”. La completan variados temas de las bandas angelinas que les acompañan en este sueño americano.

La producción está rodada entre Los Ángeles y Salamanca. Cuenta con la ayuda financiera de la Junta de Castilla y León y con el apoyo de Salamanca Film Commission.