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La compañía salmantina Los Absurdos Teatro ofrece mañana el estreno absoluto de la obra ‘Paralelo 38’ en el Liceo de Salamanca. El título hace referencia a la zona desmilitarizada que divide desde los tiempos de la Guerra Fría a las dos Coreas.

Este proyecto fue seleccionado dentro de la última convocatoria de apoyo a la creación escénica del Ayuntamiento de Salamanca, ha sido dirigido por Natalia Hernández y está protagonizado por Alfonso Mendiguchía y Patricia Estremera.

Los Absurdos Teatro nació a principios del 2010 y en estos años ha realizado miles de presentaciones. Se caracterizan por una puesta en escena limpia y precisa, con los elementos

justos y necesarios para hacer montajes muy ágiles, en los que las conversaciones y los pensamientos se cruzan del mismo modo en que se cruzan por la vida, sin pedir permiso. Del mismo modo en que se cruzan en un folio la prosa y el verso, con un simple cambio de renglón. Del mismo modo en que la cuarta pared aparece y desaparece y los personajes se abrazan y distancian del público, con un simple guiño.

Y todo esto se pretende hacer a través de su imaginario, de su visión expresada en sus propias palabras. Textos propios que conforman su propio universo. Un universo que lleva a buscar en cada montaje –quizá de forma necia, pero siempre divertida- la lente de aumento más adecuada a su mirada autocrítica con el fin de encontrar el famoso punto sobre la i.

Su auténtico reto es mostrar dramas sin caer en dramatismos; plantear dudas sin imponer soluciones; sacar sonrisas sin buscarlas.

A lo largo de la vida de la compañía han logrado crear un sello diferencial basado en textos propios en los que el humor se conjuga y retuerce para, desde la exageración, recalar con mucha seriedad en algunos de los conceptos filosóficos (la estupidez, la ambición, la auto-indulgencia, el despotismo...) que están siempre en la base de los principales conflictos personales y sociales que nos engullen a todos.

Sinopsis

Una banda de música. Una mala racha. Una llamada inesperada. Una decisión arriesgada. Bastante desconocimiento y un viaje inolvidable a un universo paralelo. Una mezcla explosiva que lleva a la Kimchi Band o, al menos, a un par de sus miembros, a vivir en apenas cinco días un viaje al territorio más hermético del mundo: Corea del Norte. Concretamente el azar los lleva a ser contratados para actuar en el único pueblo del país (Kijong Don) que se encuentra en uno de los lugares más inhóspitos del mundo, la zona desmilitarizada del paralelo 38. El paralelo que divide desde los tiempos de la Guerra Fría a las dos Coreas. Pero desde la misma llegada al país se dan cuenta de que allí nada es como esperaban. Ni el porqué, ni el cómo, ni el para qué.

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