La sala de exposiciones del Centro Municipal Integrado (CMI) Julián Sánchez 'El Charro' acoge hasta el 17 de noviembre la muestra de fotografía ‘Silencio y resistencias’ de Santiago Santos, que podrá visitarse de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas y los sábados de 10:00 a 14:00 horas.

El Ayuntamiento de Salamanca contribuye con esta exposición a acercar la cultura a los barrios de la ciudad, saliendo al encuentro de los ciudadanos. De hecho, los centros municipales integrados de Julián Sánchez ‘El Charro’, Victoria Adrados, Trujillo, Vistahermosa e Iglesia Vieja de Pizarrales albergaron periódicamente exposiciones de fotografía, pintura, dibujo y trabajos manuales de diversas asociaciones y colectivos sociales.

Una de las constantes en la obra del fotógrafo salmantino Santiago Santos ha sido su sensibilidad y preocupación por la naturaleza y el medio ambiente. Sus trabajos siempre aparecen salpicados de referentes naturales, ya sean concebidos como temática central, a modo de bodegones alegóricos cargados de mensajes simbólicos, o integrados como un recurso para contextualizar en su medio los elementos fotografiados, mayoritariamente productos del hombre o la naturaleza.

En la exposición ‘Silencio y resistencias’, las imágenes toman forma, nunca mejor dicho, de naturalezas muertas –en el caso de los silenciosos paisajes quemados- confrontadas, en una esperanza incierta aunque hermosa, con el resurgir de la vida y su fortaleza abriéndose camino en los lugares más inverosímiles; en esencia una muestra de la cara y la cruz de una misma moneda, de la respuesta de la vida a la acción del hombre.

En su silencio, el autor denuncia el resultado sobrecogedor de la destrucción, en la que es capaz de abstraer la belleza de la muerte de la vida; todo ello a través de sus vestigios más simbólicos, de una materialidad tanalizada envuelta en una atmósfera onírica recreada en su plástica, en sus efectos visuales y en los juegos de luz, sombra y silencio apareciendo ante nosotros como una constante, como un espejismo que anuncia un mal presagio.

Como contrapunto, idéntica sensibilidad pero invertida ofrece en su colección de resistencias; la belleza en lo inverosímil como augurio de un futuro en el que tiene cabida la esperanza para el mundo natural en la propia obra del hombre, sin el hombre. Mensaje para una Humanidad perfectamente prescindible a la que sobrevivirán buena parte del resto de las especies.

La vida que resurge, la naturaleza, la acción destructiva provocada por el ser humano o los efectos del cambio climático han sido sintetizados por Santiago Santos en una obra plástica cargada de simbolismo en una aparente contradicción,  con un claro mensaje que abre una vía a la esperanza ante el futuro incierto del planeta.

Santiago Santos

Este singular fotógrafo salmantino lleva más de treinta años ejerciendo una actividad profesional y artística que ha tenido en gran medida a Salamanca como protagonista de su obra. A lo largo de este tiempo ha centrado gran parte de su labor profesional en el patrimonio cultural en sus diversas acepciones y en la imagen de publicidad como recurso de seducción, en un trabajo que goza de gran prestigio profesional, recogido en innumerables publicaciones, inventarios y catalogaciones, exposiciones y catálogos publicitarios.

En paralelo ha desarrollado una obra artística muy personal en la que junto a la estética visual y plástica siempre están presentes elementos de la creación humana y del mundo natural como constantes en su obra; especialmente la arquitectura y sus vestigios, la vida en sus múltiples contextos, el tiempo y su discurrir y la admiración por la belleza  natural equilibrada por un juego delicado de luces y sombras.

Todo esto se ha plasmado en numerosas exposiciones individuales y colectivas y en diversas publicaciones. Su obra está presente en colecciones públicas y privadas. También es miembro en jurados de concursos de fotografía nacionales e internacionales.

Santiago Santos, colaborador desinteresado en el proyecto LIFE Vía de la Plata del Ayuntamiento de Salamanca, ofrece generosamente su interesante aportación con una reflexión estética cargada de simbolismo: los retos de la sociedad actual en su lucha contra el cambio climático y la necesidad de la defensa de la vida y la naturaleza como garantía de futuro.