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El Ayuntamiento ha reeditado la publicación ‘Salamanca dieciséis claves’, un libro escrito por el filólogo e historiador Luis Cortés Vázquez quien destacó por su labor en la Universidad de Salamanca, donde ejerció la docencia durante más de treinta años, primero como profesor ayudante y después como catedrático de Filología Francesa desde 1965. Publicó numerosos artículos y ensayos sobre el arte de la ciudad de Salamanca, además de situar Salamanca en un contexto literario e histórico.

Su magna obra destaca por el rigor, la variedad y la profundidad en el tratamiento de los distintos temas que la componen. Además, Cortés destacó como fotógrafo y cineasta documental.

El contenido de este libro se resume en el prólogo, “A ti que te interrogas, sobre el porqué de la ciudad, que quieres apresar en unos días y aún horas, al menos parte de su esencia y su secreto, creo poder ayudar en tan curioso y noble empeño, haciéndote partícipe al darte cuenta, de lo que el discurrir de los años y mi conocimiento profundo y demorado de su vivir, más muchas horas de estudio y reflexión, me han aportado al respecto”.

La Sala de la Palabra acogerá mañana la presentación de esta publicación a cargo de Francisco Cortés, hijo del autor, a las ocho de la tarde, con entrada libre hasta completar aforo.

La primera edición de este libro es de 1990, el mismo año de la muerte del escritor, y ahora el Ayuntamiento lo ha reeditado con 300 ejemplares que estarán disponibles, desde mañana, en librerías salmantinas y en el Teatro Liceo por un precio de 12 euros.

Luis Cortés Vázquez

Luis Cortés llegó a Salamanca en 1942 para estudiar en la Facultad de Letras de la Universidad de Salamanca, con una vocación perfectamente definida y que se mantendrá siempre viva: ser profesor de filología románica.

En esos años inició sus incursiones en el terreno de la investigación etnográfica, dando a conocer, posteriormente, algunos de sus trabajos en la revista universitaria Trabajos y Días, fundada en el año 1946, coincidiendo, precisamente, con la obtención de su licenciatura en Filología Románica.

Profundamente interesado por la geografía humana y el arte y el habla populares, dedica a su estudio sus conocimientos y esfuerzos, lo que le valió el debido reconocimiento académico, siendo dotado con una beca de estudio en la Sorbona, para el curso 1949-1950. Con la plaza de catedrático de francés de Instituto recién estrenada en el año 1954, prosiguió sus investigaciones, adentrándose en distintos campos además de la filología románica o francesa, como la dialectología hispánica, la etnografía, el arte popular, la historia del arte aplicada a monumentos de la ciudad de Salamanca, la literatura española referida a Salamanca, etc.

A partir de la década de 1950 y a lo largo de otras tres más, Cortés Vázquez recorrió incesantemente las tierras y pueblos de las provincias de Salamanca, Zamora y León, recopilando toda clase de datos para la elaboración de sus trabajos sobre Etnografía, Lexicografía y Toponimia, acompañando, a veces, a diversas personalidades del mundo de la cultura y las letras, como Jorge Guillén y Menéndez Pidal, entre otros.

Cortés Vázquez abrió nuevos caminos en el estudio de la Dialectología y las tradiciones populares, y ensanchó otros más, en diversos campos de los estudios humanísticos, habiendo legado una magna obra, destacada por el rigor, la variedad y la profundidad en el tratamiento de los distintos temas que la componen.

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