El Ayuntamiento de Salamanca destinará más de 14.000 euros en ayudas directas a tres artistas plásticos gracias a la convocatoria de apoyo a la creación artística contemporánea
El Ayuntamiento de Salamanca destinará más de 14.000 euros en ayudas directas a los tres proyectos seleccionados dentro de la convocatoria de apoyo a la creación artística contemporánea.
Esta convocatoria se suma a la de Apoyo a la creación escénica, puesta en marcha también por el Ayuntamiento en 2020 para apoyar a las compañías de teatro locales; y a los programas de apoyo a los grupos de música salmantinos, como el Concurso Municipal de Bandas o la puesta a disposición de locales de ensayo gratuitos.
A convocatoria de creación artística se han presentado un total de veinte proyectos que han sido valorados por un comité formado por: tres representantes de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, José Luis Barba, Rubén Tostado y Mª Jesús Diez; la decana de la facultad de Bellas Artes de la USAL, María Reina Salas; el joven artista salmantino Luís San Sebastián; la comisaria artística Ana Gabriela Ballate y Eduardo Sánchez González (Eduardo Nuca), gestor de espacio/galería relacionado con Arte Contemporáneo de Salamanca.
Los criterios que han tenido en cuenta a la hora de valorar los proyectos han sido: el interés general del proyecto en la programación del centro de arte, la calidad artística, la trayectoria y su proyección a nivel nacional, la originalidad, así como la viabilidad del proyecto y su vinculación con las prácticas artísticas contemporáneas.
Los proyectos seleccionados han sido: 'Blanco de España' de Jorge Isla del artista Manuel Prendes Cimadevilla, 'Una vuelta al sol' de Ainoa López Riesco y 'Hay piezas perdidas y otras quedarán sueltas' de Susana Pérez Gibert. Los tres se expondrán durante el 2023 y 2024 en la sala 5 del DA2.
Blanco de España, proyecto de Manuel Prendes, del artista Jorge Isla
Blanco de España es un proyecto abierto y en constante desarrollo del artista Jorge Isla en el que reflexiona sobre la crisis económica de 2008, que dejó nuestras calles atestadas de locales vacíos y sobre la costumbre de cubrir sus escaparates con pintura blanca, ocultando el interior de lo que, en el pasado, fue un negocio vivo. Y es que el pigmento con el que se obtiene esa pintura blanca se denomina blanco de España. Así, Jorge Isla no sólo documenta una problemática social de nuestro tiempo, sino que se adentra en el universo de la creación humana, centrando su atención en los trazos y brochazos de esos escaparates cubiertos de blanco que alguien, de forma espontánea, dejó sobre el cristal.
Cámara en mano, Jorge Isla ha recorrido las calles en busca de esos escaparates blancos que, una vez han atravesado los límites del objetivo, se resignifican para no ser ya, únicamente, víctimas de una crisis, sino verdaderos ejemplos de pintura expresionista en los que la persona encargada de llevar a cabo el trabajo de blanqueamiento ha dejado, sin quererlo, la impronta de su gesto. Con ello, el escaparate deja de ser tal para convertirse, a través de la mirada del artista, en un nuevo soporte pictórico nacido de la acción espontánea del operario sobre el cristal. Es, justamente, esa mirada que invita a observar la ciudad desde una óptica diferente la que ha motivado el desarrollo de este proyecto artístico bautizado con el nombre del pigmento que lo recorre de principio a fin.
Una vuelta al sol, proyecto de la artista Ainoa López Riesco
Una vuelta al sol pretende ser exactamente eso: un viaje a través de las distintas tradiciones populares que se mantienen vivas en el contexto de la región leonesa a lo largo de todo un año. De este modo, Una vuelta a sol se trata de un proyecto que tiene por objetivo abordar la memoria colectiva y la identidad cultural de este territorio desde una perspectiva etnológica, centrando su atención en aquellas manifestaciones ancestrales que han conseguido permanecer vivas hasta el presente.
Tomando como hilo conductor el papel primordial de la luz como nexo entre naturaleza y ser humano, Una vuelta al sol se plantea como un recorrido por las estaciones de la mano de un conjunto de piezas que giran en torno al folklore leonés. Así, la intención que motiva el desarrollo de esta propuesta es la de analizar cómo dichas manifestaciones populares vinculadas desde sus orígenes a los ciclos del mundo natural, tales como el entroido, las fachizas, o el magosto, han sabido adaptarse a los condicionantes de su tiempo y sobrevivir hasta el día de hoy.
La mayor parte de la exposición estará formada por obras realizadas mediante distintas técnicas de grabado, ya que el trabajo de la artista, en buena medida, se centra en la investigación de las mismas.
Hay piezas perdidas y otras quedarán sueltas, proyecto de la artista Susana Pérez Gibert
Susana Pérez Gibert recupera fragmentos de cristales rotos como huellas de un accidente desconocido. Estas piezas son tomadas como un puzzle sin referencia que, en el intento de unirlas, invocan conceptos como la culpa, la frustración, la fe, los cuidados, la ternura, la consciencia, la constancia y finalmente la aceptación, pues la reconstrucción no implica necesariamente volver al origen sino la formación de algo nuevo a partir de lo ya existente. Como ordenar un caos de recuerdos.
Esta minuciosa acción a veces parece expandir el tiempo y choca con lo que debió ser un instante casi imperceptible que provocó la rotura. Los cristales, que cortan, duros pero frágiles, ahora están recubiertos y reconvertidos en objetos que quién sabe si se volverán a romper y mutar nuevamente.