El Ayuntamiento de Salamanca apuesta por un modelo de ciudad en el que se conciben los aspectos culturales y naturales como "un todo"
El Ayuntamiento de Salamanca apuesta por un modelo de ciudad en el que se conciben los aspectos culturales y naturales como “un todo”, en palabras del concejal de Fomento, Fernando Carabias, durante su intervención en la inauguración del ‘Seminario Conmemoración 50 Aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial (París, 1972-2022)’, dentro del Máster en Evaluación y Gestión del Patrimonio Cultural de la Universidad de Salamanca (USAL) para celebrar dicha efeméride.
Transcurridos 34 años desde la inclusión de Salamanca en la Lista Mundial del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1988, la capital salmantina ha sido protagonista de una evolución en la gestión de su patrimonio tanto cultural como natural, según Carabias, quien destacó que la Salamanca del futuro engloba un modelo de ciudad más saludable, más accesible, más humana, pero profundamente comprometida con la conservación del legado que disfrutarán las nuevas generaciones.
Inversión de 10 millones de euros
Para ello, el Consistorio salmantino ha invertido en los últimos cinco años 10 millones de euros en la puesta en valor del patrimonio monumental de la ciudad. Con vistas a 2023, se ejecutarán proyectos de gran envergadura en el Cerro de San Vicente, con una inversión que supera los 3 millones de euros o la rehabilitación del Atrio de la Catedral, cuyo importe ronda los 650.000 euros.
En materia de patrimonio natural, el concejal de Fomento se refirió al Plan Especial de la Infraestructura Verde y Biodiversidad, que convierte a Salamanca en la primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad en integrar patrimonio monumental con el patrimonio natural. Esta distinción, puntualizó Carabias, es una gran responsabilidad que se ha acentuado si cabe aún más al ostentar Salamanca este año la presidencia del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad (GCPH), de gira estos días por Japón y Corea del Sur.
Al respecto, apeló a la implicación de la ciudadanía salmantina para continuar preservando el patrimonio cultural y natural, ya que se trata “de un deber de todos”.