El 84% de las primeras medidas de la Estrategia de Infraestructura Verde del Ayuntamiento de Salamanca están cumplidas o en vías de ejecución
El Ayuntamiento de Salamanca ha cumplido ya o tiene en vías de ejecución el 84% de las primeras medidas de la Estrategia para el Desarrollo de una Infraestructura Verde (Savia Red Verde Salamanca), un plan de protección de la biodiversidad que supone un nuevo modelo medioambiental de la ciudad para mejorar la salud urbana, integrar los barrios y fomentar el empleo gracias a la simbiosis entre patrimonio, naturaleza y ciudadanía.
La Estrategia de Infraestructura Verde en Salamanca define cerca de 300 actuaciones entre 2020 y 2035 en toda la ciudad, desde el centro hasta los nuevos barrios de la periferia y los límites con todos los términos municipales del alfoz de Salamanca (Aldeatejada, Arapiles, Cabrerizos, Carbajosa de la Sagrada, Carrascal de Barregas, Doñinos de Salamanca, Santa Marta de Tormes, Villamayor de Armuña y Villares de la Reina).
Las primeras 99 medidas, a ejecutar en los primeros cinco años, cuentan con un presupuesto estimado de 10,7 millones de euros, de los que ya se han invertido más de 8,1 millones. En concreto, 53 medidas ya están ejecutadas y 32 en proceso.
Gracias a la Estrategia de Infraestructura Verde, Salamanca se sitúa a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, pues es la primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad en el mundo con un plan de esta envergadura. Salamanca se coloca así al frente de las ciudades europeas con un futuro urbanístico acorde a las necesidades planteadas tras la pandemia, al crear espacios saludables y seguros para los ciudadanos en calles más paseables, habitables y con mejores condiciones climáticas, aprovechando los beneficios de los ecosistemas que producen las soluciones basadas en la naturaleza. De hecho, estudios científicos demuestran que con menos contaminación se reduce la propagación de enfermedades víricas.
El impulso de soluciones basadas en la naturaleza en el casco urbano permite mitigar las consecuencias del cambio climático, regenerando espacios urbanos que priman el espacio para el peatón y favorecen una movilidad más sostenible dentro de la compatibilidad de usos de la vía pública.
Al mismo tiempo, Salamanca se sitúa entre las ciudades que construyen un futuro centrado en la sostenibilidad como principal ventaja competitiva para atraer nuevas inversiones, tanto privadas como públicas, alineadas con la transformación ecológica impulsada desde la Comisión Europea, lo que permite obtener un mayor número de fondos europeos posibles para mejorar la vida de los salmantinos. Prueba de ello son, entre otras iniciativas, la Estrategia para el Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) TORMES+, el proyecto LIFE Vía de la Plata, la mejora de la accesibilidad en entornos escolares, la modernización tecnológica del transporte urbano y una mayor eficiencia energética en edificios municipales.
La economía local también se ve beneficiada a través de un concepto innovador a nivel mundial, el patrimonio verde, reforzando la oferta turística de la ciudad para hacerla más atractiva y diferente a otras experiencias. Por tanto, Salamanca es una referencia verde al impulsar una economía circular que genere nuevos puestos de trabajo en nichos de empleo surgidos a partir del medioambiente y la agroalimentación.
Participación ciudadana y 6.200 árboles más
La Estrategia de Infraestructura Verde se desarrolla con la participación de los ciudadanos. Los salmantinos también son protagonistas de este cambio y el Ayuntamiento se ha volcado en activar su implicación en el proyecto, sensibilizándoles y dándoles a conocer la verdadera dimensión de Savia Red Verde Verde.
Entre estas medidas se encuentran la plantación de más vegetación y la ampliación de las zonas verdes para conectar corredores y mitigar el impacto de la emisión de gases de efecto invernadero, así como la creación de viveros y cultivos ecológicos.
Prueba de ello es que el número de árboles ha crecido en torno a 6.200 ejemplares desde el año 2019, hasta más de 93.100 en el medio millar de zonas verdes municipales repartidas por todos los barrios de la ciudad. Estos espacios suman 2,73 millones de metros cuadrados, cerca de 300.000 metros cuadrados más que en 2019. De esta forma, hay 18 metros cuadrados por habitante, el doble de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para vivir en un entorno saludable.
Estas cifras no incluyen la masa arbórea de la ribera del río Tormes, competencia de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), así como del campus universitario Miguel de Unamuno y de patios privados. Así, sumando todas las zonas verdes del término municipal, en la actualidad hay al menos un árbol por habitante.
En el río se ha promovido la incorporación de refugios para aves y de elementos para la reserva de la biodiversidad y la fauna, o la recuperación de molinos y acequias con fines educativos. Y, dentro de la propia ciudad, favoreciendo la integración de las energías renovables en los edificios, la transformación de espacios con más paseos arbolados y micropaisajes. También la innovación en soluciones experimentales ecológicas para el sistema de gestión de aguas pluviales que minimizan el impacto de la escorrentía, la integración de la vegetación y la recuperación de plantas autóctonas en el diseño, para hacer frente a las olas de calor.
Por otra parte, la Infraestructura Verde contempla la catalogación y, en consecuencia, la protección de 19 bienes. Respecto al Patrimonio Arqueológico, se protegen los grabados rupestres paleolíticos de La Salud entre las que se reconocen partes anatómicas de un caballo y signos lineales, así como Abrigo de El Marín y de La Salud. También se ha protegido, como Patrimonio Industrial, la Fábrica de la Luz de Tejares, antigua central hidroeléctrica que es un ejemplo de industria para producción energética a pequeña escala.
Finalmente, dentro del Patrimonio Etnográfico, los Pilares del Puente de la Salud, que forma parte de las obras de ingeniería del hierro pioneras en la ciudad, sobre los que se asentaba el puente metálico ferroviario, destacan la Pesquera de Tejares, la Pesquera de Huerta Otea, la Pesquera de Salas Bajas; la Noria del Marín, descubierta con ocasión de la urbanización del sector; la Noria del Zurguén, situada en el Parque Miguel Delibes, que remite al antiguo uso rústico de las huertas del entorno; la Noria del parque de El Baldío en la Aldehuela, testimonio de las construcciones de riego que abundaban en la vega del río, el Dique del Zurguén, uno de los últimos ejemplos de obras civiles de la Ilustración salmantina; las Fuentes tradicionales de piedra situadas, una junto a la Calzada de la Plata, y otra sobre la margen derecha del Zurguén, así como la Pesquera de San Jerónimo y el Azud de Florida de Liébana.
Salamanca, una ciudad líder en la transformación verde de su municipio
El Ayuntamiento de Salamanca potencia el medio natural de la ciudad, protegiendo y aumentando la biodiversidad en todo su término municipal y comunicando los espacios naturales para mejorar el estado y el funcionamiento de los diferentes ecosistemas, evitando su fragmentación física y funcional. Itinerarios que se integrarán con la ciudad a través de corredores verdes, sendas peatonales, carriles bici, más árboles, parques, zonas verdes y energías renovables en los edificios.
Por tanto, Salamanca se suma con la Estrategia de Infraestructura Verde a las ciudades europeas líderes en la transformación verde de su municipio, recuperando espacios para las personas y generando nuevas oportunidades para sus habitantes. Una transformación no sólo medioambiental, sino también social y económica, pues las soluciones basadas en la naturaleza impulsan también una mayor cohesión social y una mejora de la calidad de vida y la economía de todos los salmantinos.