La Diputación de Salamanca, en colaboración con el Ayuntamiento de Salamanca, acogerá desde hoy y hasta el 21 de enero una exposición antológica del escultor salmantino Agustín Casillas que incluirá, entre las 70 obras que se muestran, algunas que nunca antes han sido expuestas.

El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, que estuvo acompañado del alcalde de la ciudad, Alfonso Fernández Mañueco y de los comisarios de la exposición, los hijos del escultor Lydia y Antonio Casillas, explicó que esta muestra sirve de “especial homenaje” a la figura de un escultor que ha dejado una importante huella en la provincia.

Las 70 creaciones se expondrán formando un itinerario cronológico en la Sala de Exposiciones de La Salina y en el Patio de la institución provincial.

Entre las obras que se podrán contemplar en público por vez primera, se encuentran las tres últimas piezas que el autor realizó en el año 2016, poco antes de fallecer y que están aún sin cocer. Así mismo y coincidiendo con la época navideña, el patio de la Diputación albergará un misterio de terracota cuyas piezas se exponen también por primera vez, aunque fueron creadas en el año 1990.

Iglesias recordó que este escultor destacó por su “salmantinismo” y por su habilidad para manejar materiales como el hormigón, bronce, terracota y tintas. La figura humana, fue el eje central de su obra y así encontramos entre su trabajo magníficas representaciones de figuras religiosas, literarias como La Celestina, personajes históricos como Unamuno o gentes rurales y urbanas.

El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, ha destacado que Agustín Casillas permanecerá unido para siempre a la historia de nuestra ciudad porque, con su escultura, ha modificado su paisaje y perfil urbano.

Ha añadido que sus creaciones permiten recorrer Salamanca y nuestra historia. Paseando por la ciudad, gracias a Casillas, el visitante puede encontrar al Lazarillo de Tormes, a la Celestina, a Picasso, a Rafael Farina, a Cervantes o al príncipe Don Juan.

Fernández Mañueco ha reiterado que Agustín Casillas es uno de los grandes escultores de nuestra tierra, de los que ha hecho posible una época dorada de la escultura en Salamanca y en Castilla y León.