La concejala de Educación, Carmen Sánchez Bellota, ha recibido esta mañana los “Cuadernos de Rotación” que han elaborado, durante todo el curso escolar, los alumnos de los ocho centros educativos que han participado en esta edición: Montessori, Padres Trinitarios, Antonio Machado, Maristas, Nuestra Señora de la Asunción, Esclavas, El Camino Aspace y el colegio Pablo Picasso de Carbajosa de la Sagrada.

Estos cuadernos recogen las experiencias vividas por los escolares en el aula durante este curso.

Además, por segundo año consecutivo, ha colaborado el Grado de Magisterio de la Facultad de Educación de la Universidad de Salamanca. Los alumnos de este Grado han proporcionado 43 cuadernos de rotación de diferentes centros educativos de las provincias de: Salamanca (Béjar, Villamayor, Cabrerizos, Valverdón, Aldehuela de la Bóveda, Cantalapiedra, Sancti-Spíritus y Sta. Marta), Ávila (Barco de Ávila), Zamora (Benavente), La Rioja, Madrid (Fuenlabrada) y Cáceres (Jaraíz de la Vega, Santibáñez el Bajo, Galisteo y Plasencia). Por su participación y colaboración la concejala les ha entregado un diploma acreditativo.

Todos estos cuadernos de rotación, Carmen Sánchez Bellota se los entregará al Centro-Museo Pedagógico de la USAL (CEMUPE), para que pasen a formar parte de la documentación de este centro, que tiene entre sus finalidades el estudio del patrimonio histórico, recuperar y conservar el legado educativo de otras épocas y la investigación en la historia de la educación.

Con esta actividad la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes persigue que los profesores y los alumnos conozcan qué es el Cuaderno de Rotación; descubran sus posibilidades didácticas y lo aprecien como una propuesta de trabajo en grupo.

Esta actividad está incluida en la programación educativa que la Fundación ofrece a los centros escolares y va dirigida a Educación Primaria.

La historia de los cuadernos de rotación

A principios de siglo XX el maestro Félix Martí Alpera, visitando las escuelas francesas, descubre un cuaderno donde escriben todos los alumnos de la clase y al que denominará cuaderno de rotación. A su vuelta, presenta y da a conocer este recurso didáctico, destacando su valor pedagógico dentro del aula. Desde que llega a España la evolución del Cuaderno de Rotación ha sido significativa, quedando plasmados en él no sólo ejercicios y deberes, sino la metodología del aula, la primacía de unas disciplinas sobre otras, la transmisión de ideas y valores a los niños, etc. Hasta la Ley General de Educación de 1970 estuvo presente en las aulas españolas, despareciendo a partir de entonces.

Es un cuaderno colectivo de aula, que refleja lo más destacado de lo que se enseña y se vive en la escuela cada día y que previamente los niños han escrito en su cuaderno individual.

Cada día es un alumno el que se encarga de escribir en las hojas del cuaderno la actividad que más le ha gustado o motivado a lo largo de la jornada escolar, firmando a pie de página. De esta forma se repasa lo que se ha explicado, se afianzan conocimientos y queda un testimonio grupal del trabajo realizado. Los niños se sienten vinculados e implicados en un cuaderno de todos y para todos, que al final del curso queda como una obra conjunta, y que pueden mostrar con satisfacción. Favorece el trabajo en equipo, el sentido de la responsabilidad, el orgullo de una labor bien hecha, la presentación ordenada del trabajo, la limpieza en las ilustraciones y una caligrafía esmerada.