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El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS) cumple este mes veinte años desde su inauguración el 26 de septiembre de 2002, cuando los salmantinos recibieron a los Reyes de España y diferentes personalidades de las instituciones públicas y culturales de la Comunidad de Castilla y León, así como representantes del Consistorio salmantino, para celebrar esta inauguración enmarcada en la Capitalidad Cultural Europea.

Una festividad que el museo ha preparado para este mes de septiembre, comenzando con el primer Concurso de Elegancia de la Ciudad de Salamanca el próximo día 11 en la ribera del río Tormes, donde se concentrarán más de 65 vehículos entre camiones, motocicletas y automóviles de diferente antigüedad.

Asimismo, el 13 de septiembre, junto al Ayuntamiento de Salamanca, el MHAS abrirá el centro en su jornada de puertas abiertas con motivo de las Ferias y Fiestas de la ciudad, para que todos los públicos puedan disfrutar de las diferentes colecciones de automóviles que atesora el centro expositivo. El día 17 de ese mismo mes, el MHAS participará en la Noche del Patrimonio con una completa programación de actividades que se anunciarán próximamente, y al día siguiente, 18 de septiembre, habrá una jornada de puertas abiertas con motivo de la  Semana de la Movilidad organizada por el Ayuntamiento.

Por otro lado, el museo, para este mes tan especial, ha decidido mostrar un vehículo exclusivo de la colección de la Fundación del Real Automóvil Club de España, un automóvil que se exhibe junto a otras siete auténticas joyas de principios del siglo XX, pertenecientes a la exposición temporal que actualmente ofrece este centro cultural.

En esta ocasión se presenta una singular pieza ligada a los principios del automóvil de nuestro país. Se trata de un Metallurgique matriculado el 1 de agosto de 1914 por Evaristo Babe, ingeniero militar, alcalde de La Coruña y propietario de la primera refinería de petróleo de Galicia. Este automóvil desarrolló su vida útil junto a su propietario, un eminente empresario gallego, que logró en los años 20 establecer acuerdos comerciales con el gigante ‘Standard Oil’, de Rockefeller, para distribuir su preciada gasolina. Actualmente, y tras 135 años desde su fundación, Babé y Cía continúa como una empresa familiar, que distribuye a marcas como BP, Cepsa, Galp, Repsol o Shell.

El vehículo fue fabricado en Bélgica, en la localidad de Marchienne-au-Pont, por la empresa L’Auto Métallurgique. Esta compañía fabril comenzó su actividad con la elaboración de diversos productos relacionados con el ferrocarril, como locomotoras y otros elementos rodantes; hasta que, en 1898, dio el salto a los automóviles; consagrándose como una de las grandes marcas de deportivos de lujo de los primeros años del siglo XX, en Europa.

Sus obras de arte rodantes se identificaban por la forma de sus radiadores en “V” y la utilización de los metales en sus carrocerías (Anunciada como el Automóvil Metallurgique: Ciencia de los metales). Fueron dos rasgos muy especiales que le dieron gran notoriedad en Europa, exportando sus automóviles, principalmente al Reino Unido, y estableciéndose una fábrica en Alemania bajo la marca Bergmann-Métallurgique. Tal fue su éxito que uno de los grandes carroceros de la época, Vanden Plas, diseñó durante más de una década los modelos de la marca Belga. En 1928 la marca fue absorbida por Minerva, cesando su producción.

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