El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca apuesta por el Peugeot 201BC Coupé del año 1932 como pieza del mes del abril
El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS) enriquece su colección permanente con la llegada de un nuevo automóvil: un Peugeot 201BC Coupé de 1932. Para celebrar esta nueva incorporación se presenta como pieza del mes de abril este vehículo icónico que nos transporta a una época de transformación en la industria del automóvil.
Este vehículo refleja el esfuerzo en su construcción, la elegancia y la resistencia en el tiempo y consolidó a Peugeot como un referente en la industria del automóvil y sentó las bases de una evolución que continúa hasta hoy.
La historia de Peugeot se remonta al siglo XVIII cuando la familia Peugeot, destacada en la industria del acero, comenzó a diversificarse. Antes de fabricar automóviles, Peugeot era reconocida por sus bicicletas y la fabricación de productos en otros sectores. En aquel momento se decía que las mujeres francesas llevaban encima kilos de acero de Peugeot (sombrillas, miriñaques, etcétera).
En la primera década del siglo XX, se fundó la Sociéte Anonyme des Autombiles et cycles Peugeot, convirtiéndose en el productor de la mitad de los coches franceses. Sin embargo, la verdadera revolución llegó en 1929 con el Peugeot 201 presentado en el Salón del Automóvil de París. Este modelo no solo marcó el inicio de la producción en cadena para la marca, sino que también estableció la icónica tradición de numerar sus autos con tres cifras, con un cero en el centro.
Características del vehículo
El Peugeot 201BC Coupé se presentó en un contexto de innovación dentro de la firma francesa. Caracterizado por su fiabilidad y diseño vanguardista, este modelo cuenta con una cilindrada de 1.122 cc y una potencia de 23 CV, logrando alcanzar una velocidad máxima de 80 km/h. Destacó por su comodidad, velocidad, resistencia, seguridad y economía, así como por una gran variedad de variantes y versiones. Una curiosa característica del modelo expuesto es su asiento trasero abatible, uno de los últimos que se recuerdan, apodado popularmente como ‘ahí te pudras’, ya que exponía a los pasajeros a las inclemencias del tiempo.
Este modelo consolidó a Peugeot como un referente en la industria del automóvil y sentó las bases de una evolución que continúa hasta hoy.