El Ayuntamiento de Salamanca reafirma su compromiso con la lucha por la igualdad y la dignidad en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
El Ayuntamiento de Salamanca ha conmemorado hoy, 25 de noviembre, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, culminando un mes de actividades en colaboración con las asociaciones de mujeres y entidades del tejido social de la ciudad para difundir y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de continuar trabajando para prevenir y erradicar todo tipo de violencia hacia las mujeres.
La Plaza Mayor de Salamanca acogió la lectura de la Declaración Institucional de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a cargo de las responsables de las entidades de mujeres Adavas, Adoratrices, Apramp y Plaza Mayor. Asimismo, se dio lectura al Decálogo contra la Violencia de Género por parte de estudiantes del Máster universitario en Estudios Interdisciplinares de Género de la Universidad de Salamanca.
El acto contó con la presencia del alcalde de Salamanca, Carlos García Garbayo; el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Eloy Ruiz; el fiscal jefe de Salamanca, Juan José Pereña; la gerente territorial de Servicios Sociales, Isabel Fernández; representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como del ámbito universitario, colegios profesionales, empresariado salmantino, entidades y asociaciones que forman parte de la red colaborativa municipal del Ayuntamiento de Salamanca.
La concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Miryam Rodríguez, destacó que es esencial promover la igualdad a través de la sensibilización, la formación y la educación para prevenir este tipo de conductas violentas y que están dentro de la violencia contra las mujeres. Por todo ello, desde el Ayuntamiento se impulsa la promoción de la igualdad de oportunidades y prevención de la violencia de género con la formación de más de 10.000 alumnos y alumnas de Educación Primaria y Secundaria durante los últimos dos años.
El acto, que estuvo amenizado con piezas musicales a cargo del Grupo Alventus, concluyó con un minuto de silencio por las víctimas de maltrato. Posteriormente, el Teatro Liceo acogió el espectáculo de danza ‘Mulier’ a cargo de la compañía ARVINEDanza. Las personas asistentes recibieron gratuitamente un calendario de 2025 editado por el Centro de Información y Asesoramiento a la Mujer (CIAM) del Ayuntamiento de Salamanca, en el que se promueve la igualdad de oportunidades, la corresponsabilidad y la conciliación de la vida laboral y personal, y la erradicación de estereotipos sociales, además de incluir a mujeres destacadas en la historia de la Humanidad.
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se aprobó el 25 de noviembre de 1993 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, definiendo la Violencia contra la mujer como todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la esfera pública o en la esfera privada.
Declaración institucional de la Federación Española de Municipios y Provincias
Hoy, 25 de noviembre, conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conscientes de que la violencia que sufren las mujeres y niñas por el hecho de serlo sigue siendo un problema estructural que atraviesa fronteras, culturas y circunstancias. Hoy nos unimos para reafirmar nuestro compromiso con la lucha por la igualdad y la dignidad.
La erradicación de la violencia contra las mujeres es una tarea que nos corresponde a toda la sociedad como parte de un esfuerzo colectivo para transformar las estructuras que perpetúan el machismo y la desigualdad, evitando caer en los discursos negacionistas, porque a pesar de los desarrollos legislativos en España, aún queda mucho por hacer.
Es imprescindible que toda la sociedad se una en la condena de la violencia machista en todas sus manifestaciones, y que trabajemos colectivamente para construir un futuro en el que ninguna mujer deba vivir con miedo. Sólo con el compromiso activo de todos y todas podremos erradicar este fenómeno estructural.
A esta tragedia debemos sumar las innumerables violencias cotidianas que permanecen muchas veces invisibles y silenciadas: la violencia económica que priva a las mujeres de su independencia; la violencia vicaria, donde los hijos e hijas son utilizados como instrumentos de sufrimiento; la violencia digital, que se manifiesta en amenazas, acoso y chantaje en el entorno virtual; y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, una de las formas más crueles de esclavitud contemporánea. No podemos olvidar tampoco el uso de la sumisión química, una práctica deplorable que convierte a las víctimas en objetos sin voluntad para ser violentadas impunemente.
Tampoco podemos ignorar las formas extremas de violencia que se agravan en contextos de guerra y conflicto armado, donde mujeres y niñas son utilizadas como armas de guerra, sufriendo violaciones, abusos y esclavitud sexual, crímenes que con demasiada frecuencia quedan impunes. Estas atrocidades nos exigen reforzar nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos y la protección de las víctimas, exigiendo justicia y reparación en todas las partes del mundo.
En un día como hoy, recordamos especialmente a las mujeres y niñas de Afganistán, a quienes las nuevas leyes del régimen talibán han privado aún más de libertad, recluyéndolas en sus hogares, sin acceso a la educación, al trabajo ni a la vida pública. Esta regresión de derechos es un doloroso recordatorio de que la lucha por la igualdad y la justicia no puede cesar, y que la comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para asegurar que los derechos de las mujeres no sean socavados ni silenciados en ninguna parte del mundo.
Este año, nos congratulamos de un avance crucial en el ámbito europeo: la Directiva 2024/1385 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de mayo de 2024, sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Es una norma que marca un hito en la protección de los derechos de las mujeres, estableciendo medidas para combatir la violencia de género y garantizar el acceso a la justicia y la protección de las víctimas y obliga a los Estados miembros a adoptar medidas que fortalezcan los servicios de apoyo, aseguren una adecuada respuesta penal mediante la tipificación de nuevos delitos -como, por ejemplo, el ciberacoso- y que promuevan la cooperación transfronteriza, garantizando que ninguna mujer quede desprotegida por las fronteras internacionales.
Por este motivo, instamos al Gobierno de España a proceder cuanto antes a la trasposición de esta directiva al ordenamiento jurídico y normativo nacional, con el fin de garantizar que las víctimas de violencia de género reciban toda la atención y protección necesarias, de acuerdo con los estándares europeos. Esta implementación es fundamental para asegurar la plena efectividad de los derechos reconocidos a las víctimas en el ámbito comunitario, consolidando así el marco normativo que refuerza su protección y asistencia integral en el territorio español.
Hoy, más que nunca, es nuestra responsabilidad denunciar públicamente todas las formas de violencia contra la mujer, para que el silencio y la complicidad no tengan cabida en nuestra sociedad. Es hora de que la vergüenza recaiga donde debe estar: en quienes ejercen la violencia, no en quienes la sufren.