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El Ayuntamiento de Salamanca continúa desarrollando Savia, la Estrategia de Infraestructura Verde para contribuir a una ciudad adaptada al cambio climático, aún más saludable y con una mayor calidad de vida. Una de las medidas es el incremento de la masa arbórea de Salamanca, cuya cifra total se asemeja al número de habitantes, más de 140.000, entre los ejemplares en alineación en las calles y repartidos por 450 zonas verdes municipales, sumando 2,5 millones de metros cuadrados, además de las zonas que son competencia de la Universidad de Salamanca, patios privados y toda la ribera del río Tormes, competencia de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).

Además de nuevas plantaciones, el Ayuntamiento está reponiendo más de 500 árboles en la campaña anual, que hoy, en el Día del Árbol, se ha desarrollado en el Parque de Würzburg, junto a la Avenida de Gonzalo Torrente Ballester, con la plantación de 12 ejemplares de almendro y serbal, especies autóctonas con bajos requerimientos hídricos y que soportan bien las variaciones de temperatura.

La concejala de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Miryam Rodríguez, participó en las labores de plantación, recordando que la cifra de árboles aumentará significativamente en Salamanca a través del proyecto LIFE Vía de la Plata, que prevé entre 2022 y 2023 la plantación de 4.500 nuevos árboles y más de 100.000 arbustos, y del proyecto de Corredores Verdes, que recoge la plantación de 10.000 ejemplares de árboles y arbustos en las riberas del río Tormes entre Salas Bajas y El Marín.

Miryam Rodríguez también anunció que el miércoles 23 de marzo la Comisión de Medio Ambiente dictaminará la Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático de Salamanca, dentro del proyecto ‘Ciudades Verdes Cencyl’ del Programa INTERREG de Cooperación Transfronteriza España-Portugal, liderado por Salamanca y en el que han participado otras seis ciudades de Castilla y León y de la región centro del vecino país (Aveiro, Ciudad Rodrigo, Figueira da Foz, Guarda, Valladolid y Viseu).

Este diagnóstico sobre la situación actual y futura de Salamanca de cara a los posibles efectos del cambio climático, identificando y jerarquizando los ámbitos prioritarios de actuación, complementa las medidas de mitigación ya establecidas a través de un Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible de Salamanca, además de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible y un Plan de Ahorro Energético, todos ellos en ejecución, para reducir al menos un 40% las emisiones de dióxido de carbono para el año 2030, lograr un ahorro mínimo del 27% en la eficiencia energética y sustituir un mínimo del 27% del actual consumo por otro proveniente de energías renovables.

La Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático de Salamanca recoge una cuidadosa identificación de los impactos y riesgos climáticos previstos en Salamanca, como son la variación de temperaturas, olas de calor o modificaciones en el régimen y periodos de precipitación. Un trabajo desarrollado con la participación de diversos departamentos técnicos municipales, a cuyos trabajadores la concejala de Medio Ambiente agradeció su esfuerzo y dedicación.

Para hacer frente a estas posibles consecuencias, como destacó Miryam Rodríguez, “Salamanca es una ciudad que ha hecho los deberes, comprometida con un nuevo modelo ambiental desde hace más de una década, cuyos resultados ya son perceptibles por los ciudadanos”. Así, en el documento se pone de manifiesto que “se considera muy adecuado y amplio el conjunto de medidas previstas en la Estrategia de Infraestructura Verde (Savia) para incrementar la capacidad adaptativa y reducir la sensibilidad del municipio ante el riesgo de pérdida de biodiversidad”.

 

Medidas para reducir el impacto del cambio climático en Salamanca

Con la Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático, el Ayuntamiento prevé en primer lugar mejorar el confort térmico de la ciudad, mediante la transformación del espacio público, incrementando el verde urbano y recuperando el espacio destinado a uso social. Para conseguir este objetivo, se está acometiendo la renaturalización de la ciudad mediante corredores e infraestructuras verdes, destacando la EDUSI TORMES+ y el proyecto LIFE Vía de la Plata, así como la renovación de plazas y parques, que permite la reducción del efecto isla de calor. Al mismo tiempo, se acomete la regeneración urbanística, medioambiental y sociocultural de los barrios de la ciudad con más espacios abiertos para el ocio y disfrute de vecinos y turistas.

En segundo lugar, se prevé asegurar niveles de calidad de vida y confort climático en los edificios, sin incrementar la demanda y consumo energético. El Ayuntamiento contribuye a este objetivo con la introducción de tecnología Led en el alumbrado público, un mayor uso de las energías renovables en edificios municipales, la electrificación de procesos industriales y la construcción de promociones de viviendas públicas energéticamente eficientes, así como líneas de ayudas para la rehabilitación de edificios de comunidades de vecinos.

En tercer lugar, se propone reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos, partiendo de la base de que Salamanca es una de las ciudades de España con el aire más limpio, según certifican los últimos datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente. A ello contribuye la reducción de la presencia de vehículos a motor en el centro de la ciudad, que tendrá su continuidad con la Zona de Bajas Emisiones, así como la implementación de medidas de transporte eficientes (uso de gas como combustible del autobús urbano, autorización de puntos de recarga para vehículos eléctricos, incremento de la red ciclista e introducción de bicicletas eléctricas en el sistema municipal de alquiler SalEnBici). Además, el sistema municipal de reciclaje de residuos bate cada año récords en recogida selectiva y uso de Puntos Limpios.

En cuarto lugar, la Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático propone mejorar la gestión del ciclo del agua, promoviendo la conservación de recursos hídricos municipales, un objetivo que se está logrando con la instalación de la telegestión de riego en zonas verdes, la captación de agua del río para el riego por goteo de los huertos urbanos, la incorporación de sistemas urbanos de drenaje y el sistema GAP para reducir las roturas de tuberías de abastecimiento.

En quinto lugar, se prevé evitar la pérdida de biodiversidad mediante el incremento de las zonas verdes y de la masa arbórea, favoreciendo las especies autóctonas con bajos requerimientos hídricos y que soportan bien las variaciones de temperatura, además de reemplazar las especies con efectos sobre alergias y herramientas naturales para combatir las plagas. Este objetivo se está logrando con todas las medidas incluidas en Savia Red Verde Salamanca, que repercuten en una mejora de la salud urbana y, por tanto, de los habitantes de la ciudad.

Finalmente, se insta a mejorar el conocimiento de los impactos del cambio climático sobre la salud, garantizando a la población vulnerable, mejorando su calidad de vida y adaptando los servicios de salud a las nuevas necesidades en el contexto de cambio climático. Este objetivo se conseguirá con la transformación de Salamanca en una ‘smart city’ mediante la instalación de sensores en todos sus barrios a través de la EDUSI TORMES+, el proyeto LIFE Vía de la Plata y la Zona de Bajas Emisiones.

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