El Servicio de Ayuda a Domicilio que ofrece el Ayuntamiento de Salamanca llegó el pasado año a cerca de 1.400 familias, de las cuales 301 fueron altas nuevas siendo los meses de marzo, octubre y noviembre los que mayor número aglutinaron. Más de un 26% de los usuarios recibieron esta prestación de manera gratuita.

Este servicio de atención domiciliaria proporciona la atención necesaria a personas o grupos familiares con dificultades en su autonomía, previene situaciones de deterioro personal y social, facilita y favorece la adquisición de habilidades para una vida diaria más autónoma y posibilita la integración en el entorno habitual de convivencia.

En la actualidad, el servicio no tiene lista de espera y hay que subrayar que en casos de extrema urgencia dictaminados por el Ayuntamiento de Salamanca el alta del servicio se inicia en las 24 horas siguientes a la comunicación del alta o incluso, si es necesario, inmediatamente tras la comunicación por parte de los técnicos municipales.

Los usuarios y los servicios

Mujer y con una edad comprendida entre los 76 y los 90 años es el perfil del usuario de la Ayuda a Domicilio que también ofrece a sus beneficiarios, además de la atención doméstica, personal y de relación del entorno, otro tipo de servicios y prestaciones como podología, peluquería y otro tipo de ayudas técnicas relacionas con la compra, alquiler o reparación de grúas eléctricas necesarias para atender a las personas dependientes.

En concreto, el pasado año se prestaron 40 servicios de podología a domicilio para 30 usuarios y una veintena de servicios de peluquería a domicilio.

En cuanto a las frecuencias horarias de los servicios asignadas según el grado y nivel de dependencia, la más común fue la de 20-21 horas mensuales (1 hora de lunes a viernes), seguida de 12 horas (3 horas semanales), la de 11 horas mensuales (2,5 horas a la semana prestadas en dos días diferentes) y la de 8 horas (2 horas semanales).

Estos servicios se han completado con la realización de diferentes campañas divulgativas dirigidas a mejorar la calidad de vida de sus usuarios. Así, en 2016 se realizó, por ejemplo, una campaña divulgativa sobre la ola de calor, en la que se entregó a los usuarios del SAD material gráfico con consejos para prevenir las consecuencias; otra de prevención de accidentes en el hogar y también de hábitos saludables en las personas mayores.

Además, como novedad el pasado año también se han llevado a cabo con los usuarios mecanismos de control para la medicación, así como celebraciones para aquellos que cumplieron cien años. En cuanto a la formación se celebró en los CEAS un curso para personas cuidadoras no profesionales de personas dependientes.